Fijando tus miras. estableciendo objetivos que inspiran
La Necesidad de un Destino Claro
La motivación y la resiliencia, por muy potentes que sean, necesitan una dirección.
Son como un coche con un motor potente; sin un volante y un destino claro, solo dará vueltas en círculos o se estrellará.
Ese destino son nuestros objetivos. Sin embargo, no todos los objetivos son iguales.
Para que un objetivo actúe como un verdadero catalizador de nuestra energía y persistencia, debe ser inspirador y estar bien formulado.
Condiciones para un Objetivo Motivador
Un objetivo que verdaderamente inspira y moviliza cumple varias condiciones clave:
- Claridad y Especificidad: Un objetivo debe ser lo más claro y específico posible.
Un objetivo vago como "quiero estar más en forma" es difícil de perseguir porque no define la acción.
Un objetivo específico como "caminaré 30 minutos, tres veces por semana" es concreto, medible y accionable. Tenemos que saber exactamente qué es lo que queremos lograr.
- Conexión Emocional a través de la Visualización: Debemos ser capaces de visualizar el resultado de nuestro objetivo de la manera más vívida posible.
Esto significa imaginarnos no solo lo que veremos cuando lo logremos, sino también lo que oiremos y, sobre todo, lo que sentiremos.
¿Qué sensación de orgullo, de alegría, de libertad o de paz nos traerá? Esta conexión emocional es el verdadero combustible de la motivación.
La mente no distingue claramente entre una experiencia vívidamente imaginada y una real, por lo que la visualización pre-programa nuestro cerebro para el éxito.
El Factor Entusiasmo: Un objetivo debe emocionarnos.
Si al pensar en nuestro objetivo no sentimos una chispa de entusiasmo, una oleada de energía, es una señal de que o bien no es el objetivo correcto para nosotros, o no lo hemos conectado suficientemente con nuestros valores más profundos y nuestro "porqué".
La motivación sigue a la emoción.
- Desglose en Acciones Concretas: Un objetivo grande y a largo plazo puede resultar abrumador y paralizante.
La clave para hacerlo manejable es descomponerlo en acciones más pequeñas y secuenciales. Debemos saber cuáles son los primeros pasos que debemos dar.
Esto convierte una montaña intimidante en una serie de pequeños escalones que podemos empezar a subir hoy mismo.
Al establecer nuestros objetivos siguiendo estos principios, los transformamos de meras intenciones en poderosos imanes que nos atraen inexorablemente hacia la vida que deseamos construir, dándole a nuestra motivación una dirección clara y a nuestra resiliencia una razón de ser.
fijando tus miras estableciendo objetivos que inspiran