¿Se Puede Fingir? Cómo Detectar Incongruencias en el Lenguaje Corporal
La dificultad de fingir consistentemente todas las señales no verbales
Aunque es común que las personas intenten fingir su lenguaje corporal para manipular una situación o proyectar una confianza que no sienten, hacerlo de manera exitosa y sostenida es extremadamente difícil.
La razón es que una persona puede controlar conscientemente algunos gestos grandes, como forzar una sonrisa o mantener una postura erguida.
Sin embargo, es casi imposible gestionar la multitud de microexpresiones y, sobre todo, las reacciones fisiológicas involuntarias que ocurren simultáneamente.
El cuerpo tiende a "filtrar" la verdad a través de estos pequeños canales incontrolables, creando una fuga de señales auténticas que un observador atento puede detectar.
Signos reveladores de incomodidad o engaño
La clave para detectar un lenguaje corporal falso es buscar signos de incomodidad, ya que estos suelen acompañar al esfuerzo de mantener una fachada.
Existen varios indicadores reveladores que son difíciles de suprimir:
Fisiológicos: Un aumento de la excitación del sistema nervioso puede provocar sudoración leve, un ritmo cardíaco acelerado o la dilatación de las pupilas.
Comportamentales: La inquietud, un cambio constante de postura, la dificultad para mantener el contacto visual o, por el contrario, una mirada fija y antinatural.
Paraverbales: Pausas o dudas inusuales antes de responder a una pregunta, o un tono de voz que se vuelve anormalmente agudo o tenso.
Incoherencias entre el mensaje verbal y el lenguaje corporal
La forma más clara de detectar una falsedad es cuando existe una incongruencia directa entre el mensaje verbal y las señales no verbales.
Por ejemplo, si una persona afirma verbalmente que está "completamente de acuerdo y entusiasmada" con una propuesta, pero al mismo tiempo su cuerpo muestra una postura rígida, sus brazos están cruzados y mantiene una sonrisa forzada que no involucra a los ojos. En ese caso, estamos ante una contradicción evidente.
En estas situaciones, nuestro instinto nos dice correctamente que debemos confiar en el canal no verbal, ya que es un indicador mucho más fiable de los verdaderos sentimientos de la persona.
La importancia de leer los gestos en conjunto, no de forma aislada
Finalmente, la regla de oro para interpretar el lenguaje corporal es nunca basar una conclusión en un gesto aislado.
Un solo movimiento, como tocarse la nariz o cruzar los brazos, puede tener múltiples significados o no tener ninguno (podría ser simplemente un tic o una reacción al frío).
Una interpretación fiable solo puede hacerse al observar un conjunto o "cluster" de gestos que ocurren simultáneamente y apuntan en la misma dirección.
Si una persona evita el contacto visual, se inclina hacia atrás y cruza los brazos al mismo tiempo, la probabilidad de que esté a la defensiva es mucho mayor.
Leer las señales en conjunto, y siempre dentro del contexto de la situación, es la única manera de llegar a una conclusión precisa.
Resumen
Aunque se intente, fingir el lenguaje corporal de manera consistente es extremadamente difícil. Una persona puede controlar gestos grandes, como forzar una sonrisa, pero es casi imposible gestionar la multitud de microexpresiones y reacciones fisiológicas involuntarias.
La clave es buscar signos de incomodidad, como sudoración, inquietud o un tono de voz que se vuelve anormalmente agudo. La forma más clara de detectar una falsedad es cuando hay una incongruencia entre el mensaje verbal y las señales no verbales.
La regla de oro es nunca basar una conclusión en un gesto aislado. Una interpretación fiable solo puede hacerse al observar un "cluster" o conjunto de gestos que ocurren simultáneamente y apuntan en la misma dirección, siempre dentro del contexto.
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