Las 3 [C]: Claridad, Coherencia y Consistencia en tu Mensaje
Claridad: usar un lenguaje sencillo y evitar ambigüedades
La claridad es el primer pilar de una comunicación efectiva y su objetivo es ser fácilmente comprensible.
Se trata de expresar las ideas de la manera más sencilla y directa posible, eliminando cualquier ambigüedad que pueda dar lugar a múltiples interpretaciones.
Un mensaje claro utiliza un vocabulario accesible para la audiencia, frases bien estructuradas y evita rodeos innecesarios.
No se trata de simplificar en exceso el contenido, sino de presentarlo de una forma que no requiera un esfuerzo adicional por parte del receptor para ser decodificado.
Cuando la comunicación es clara, se reduce drásticamente el riesgo de malentendidos y se asegura que el mensaje central llegue de forma nítida y precisa.
Coherencia: asegurar que las partes de tu mensaje se conecten lógicamente
La coherencia se refiere a la estructura lógica interna del mensaje. No basta con que cada frase sea clara por sí sola; todas las partes del discurso deben estar interconectadas de una manera que tenga sentido.
Un mensaje coherente presenta las ideas en un orden lógico, donde cada punto se construye sobre el anterior, guiando al oyente a través de un camino de razonamiento claro.
Esta estructura interna evita que el mensaje parezca una colección de ideas desordenadas y, en cambio, lo presenta como un argumento sólido y bien pensado.
La coherencia es lo que hace que un mensaje no solo sea comprensible, sino también persuasivo.
Consistencia: mantener un mensaje clave a lo largo del tiempo
La consistencia es la cualidad de sostener el mismo mensaje clave a lo largo del tiempo y a través de diferentes canales de comunicación. Implica repetir las ideas centrales sin caer en contradicciones.
Lo que se comunica en una reunión de equipo debe estar alineado con lo que se envía en un correo electrónico y con lo que se presenta públicamente. Esta uniformidad es fundamental para construir confianza y credibilidad.
Cuando una audiencia recibe un mensaje consistente desde diversas fuentes y en diferentes momentos, lo percibe como más fiable y auténtico.
La inconsistencia, por el contrario, genera confusión y debilita la reputación del emisor.
El caso de "New Coke": un ejemplo histórico de inconsistencia
Un ejemplo clásico de las desastrosas consecuencias de la inconsistencia comunicativa es el lanzamiento de la "New Coke" en 1985.
La compañía intentó cambiar su fórmula de más de 99 años, lo que representó una ruptura radical con su identidad de marca, construida sobre la idea de ser "lo auténtico".
La falta de claridad y, sobre todo, de consistencia en su mensaje confundió y alienó a los consumidores, que tenían un fuerte vínculo emocional con el producto original.
La reacción fue tan abrumadoramente negativa que la empresa se vio obligada a retirar el nuevo producto y relanzar el original como "Coca-Cola Classic" en cuestión de meses.
Este hecho demostró que incluso la marca más poderosa puede fracasar cuando traiciona la consistencia de su mensaje.
Resumen
La claridad es el primer pilar de la comunicación efectiva y su objetivo es ser fácilmente comprensible. Se trata de expresar las ideas de la manera más sencilla y directa posible, eliminando cualquier ambigüedad en el mensaje.
La coherencia se refiere a la estructura lógica interna del mensaje, donde todas las partes del discurso se conectan de una manera que tiene sentido. Presenta las ideas en un orden lógico, guiando al oyente a través del razonamiento.
La consistencia es sostener el mismo mensaje clave a lo largo del tiempo y en diferentes canales. El caso de "New Coke" es un ejemplo histórico de las desastrosas consecuencias de la inconsistencia, que confundió y alienó a los consumidores.
las 3 c claridad coherencia y consistencia en tu mensaje