Comunicación Grupal: El Terreno de lo Profesional, Objetivo y Programado
Características clave: el interés se centra en el objeto (objetividad)
La comunicación grupal es el tipo de interacción que domina los ámbitos públicos de nuestra vida, como el entorno académico, laboral y de negocios.
Su característica principal, y lo que la distingue radicalmente de la comunicación interpersonal, es la objetividad.
Esto significa que el motivo del encuentro no se centra en los participantes como sujetos, sino en un "objeto" externo y bien definido.
El propósito de la interacción es un contenido académico, una tarea laboral, un conocimiento específico o una transacción comercial.
La comunicación no ocurre por el simple placer de conectar, sino para lograr un fin concreto y medible.
Los roles definidos: profesor-estudiante, jefe-subalterno, cliente-proveedor
Como consecuencia de su naturaleza objetiva, en la comunicación grupal los participantes no actúan simplemente como individuos, sino que se desempeñan bajo roles que deben cumplir de manera protocolaria.
La interacción no es entre dos personas con sus personalidades completas, sino entre un profesor y un estudiante, un jefe y un subalterno, o un cliente y un proveedor.
Estos roles traen consigo un conjunto de expectativas, responsabilidades y guiones de comportamiento que estructuran la conversación y la mantienen enfocada en el objeto.
Esta dinámica de roles predefinidos asegura que la comunicación se mantenga dentro de los límites profesionales o académicos establecidos.
La naturaleza programada y la invariabilidad contextual
A diferencia de la espontaneidad de una charla entre amigos, la comunicación grupal es, por necesidad, siempre programada.
Las clases tienen horarios, las reuniones de negocios se agendan y las transacciones comerciales siguen un proceso planificado.
Esta naturaleza programada se debe a su invariabilidad contextual.
El evento comunicativo demanda tiempos, espacios y circunstancias fijas y preacordadas para poder llevarse a cabo con éxito.
No se puede realizar una evaluación de desempeño en cualquier lugar o momento; requiere un entorno y un tiempo específicos que sean apropiados para el objetivo de la reunión.
Ejemplos: una clase universitaria, una junta de negocios, una transacción comercial
Una clase universitaria tradicional es un ejemplo perfecto que ilustra todas las características de la comunicación grupal.
Es objetiva, pues su fin es impartir conocimiento sobre una materia. Se basa en roles claros: el profesor enseña y los estudiantes aprenden.
Es programada, ya que sigue un plan de estudios y un horario definido. Y opera bajo una invariabilidad contextual estricta: ocurre en un aula específica, en días y horas determinadas, para cumplir con el propósito académico.
De la misma manera, una junta de negocios o la firma de un contrato comercial son eventos que responden a este mismo patrón de comunicación estructurada, objetiva y basada en roles.
Resumen
La comunicación grupal domina los ámbitos públicos como el trabajo o la academia, y su característica principal es la objetividad. El motivo del encuentro no son los sujetos, sino un "objeto" externo, como una tarea o un conocimiento.
Debido a su naturaleza objetiva, los participantes no actúan como individuos, sino que desempeñan roles protocolarios: profesor-estudiante o jefe-subalterno. Estos roles traen consigo un conjunto de expectativas y guiones que estructuran la conversación.
A diferencia de la espontaneidad interpersonal, la comunicación grupal es siempre programada y demanda tiempos y espacios fijos. Una clase universitaria es un ejemplo perfecto: es objetiva, basada en roles, programada y ocurre en un contexto invariable.
comunicacion grupal el terreno de lo profesional objetivo y programado