Transcripción Cómo hacer que tus hijos cooperen
Un reto significativo para todos los padres de seguro es lograr la cooperación de sus hijos. ¿Hacemos el mayor esfuerzo y no obtenemos el mismo resultado?
Aspiramos a pequeños aportes de nuestros hijos como: el orden de su habitación, o que se logren preparar a tiempo para el colegio en la mañana; que tengan al día sus deberes escolares y además colaboren en tareas del hogar, en fin, un verdadero trabajo en familia.
En muchas de las formas de proyectarnos, imponemos un patrón de paternidad a nuestros hijos que no terminan asimilando del todo y no obtenemos buenos resultados. Estamos bajo el recurso de implantar obediencia, pero nos olvidamos de algo importante para ellos. Estos comportamientos impositivos terminan por sembrar en los jóvenes la idea de que no tienen seriedad para asumir su autocontrol personal. Necesitamos que sepan cuanto les beneficia positivamente la colaboración en familia.
Enfoque autoritario.
A menudo presentamos un patrón de órdenes a cumplir para nuestros hijos con cierto enfoque autoritario. Se entiende que por edad nos deben respeto y obediencia e ignoramos su voluntad imponiendo la nuestra. Realmente esta imposición es involuntaria por la falsa idea de perder el poder sobre los hijos, y los resultados son desfavorables. Los jóvenes necesitan ser respetados y les desafiamos cuando damos un enfoque hacia una errónea relación de poder.
Eliminar las luchas por el poder.
A pesar de que nuestros hijos saben que somos un ente de autoridad, debemos eliminar en nuestra dinámica de intercambio la lucha de poder. Los niños ven la necesidad de hacer su voluntad, ser dueños de sus decisiones y no sentirse ordenados por los padres.
¿Qué podemos hacer para eliminar una conducta impositiva? La primera forma en la que pueden mostrar una mejor cooperación es mediante el respeto a su integridad moral. Como podemos imaginar, las luchas de poder dentro del hogar provocan sentimientos de rebeldia y resentimiento en los jóvenes. No podemos mostrarles, como padres, una visión rigida de lo que toca hacer y simplemente ellos obedecer; al contrario, podemos crear en ellos una propia decisión de incluir nuestra opción en sus asuntos de carácter cooperativo.
Invitar a la cooperación.
Invitar a nuestros hijos a la cooperación requiere una actitud positiva y favorable para ellos pues en vez de imponerles, les damos opciones con lo que queremos que hagan, así perciben y declaran el rol que desean asumir.
Vamos a ordenar la casa, ¿prefieres comenzar por tu habitación o me ayudas en la cocina? ¿Prefieres hacer los deberes de escuela en la tarde o en la noche?
Cuando damos opciones a nuestros jóvenes, estos ven la posibilidad de ser autónomos con sus obligaciones y estimar desde una decisión propia. La otra parte que podemos obtener es su compromiso al elegir qué, cómo y cuándo realizan sus acciones según convengan.
Sensación de libertad.
Para conseguir despertar en nuestros hijos la sensación de libertad les damos la posibilidad de sentirse a cargo de la situación, al determinar para si las condiciones de nuestra tarea. Pueden dedicar tiempo a determinar cómo quieren resolver los deberes en lugar de discutir por no querer hacerlos.
Lo importante de la sensación de libertad es que los jóvenes vean la necesidad de guiarse por la mejor opción, cuando somos nosotros quienes establecemos las reglas a nivel general y ellos a nivel particular. Si no les hacemos real una posible sensación de libertad, difícilmente se vean motivados a cooperar de forma volunta
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