Fortalecer la conducta
Cuando decimos: “fortalecer”, nos referimos a mejorar la calidad de las respuestas y comportamientos de nuestros hijos.
Entendemos que establecer limites firmes es importante para tener una influencia positiva en nuestras relaciones. El respeto y la confianza son fundamentales para fortalecer el vinculo entre un padre y un hijo.
En lugar de recurrir a la fuerza, debemos buscar formas más efectivas de lograr una relación positiva que invite al diálogo. Hablaremos de la triada fundamental para lograrlo: empatia, honestidad y responsabilidad.
El comportamiento humano está influenciado por varios factores que actúan de manera ciclica. Por ejemplo:
Para fortalecer la conducta a raiz de estos elementos variables tenemos: la capacidad empática, honestidad y responsabilidad. Todo ello, cualidades inherentes a una educación desarrolladora. ¿Por qué la empatia se suma en primer orden? La habilidad de sabernos poner en el lugar de nuestro hijo equivale a entenderle mejor y a evitar futuros desencuentros. En calidad de padre, estás en el derecho de regañar comportamientos inapropiados pero aprende a mirar desde la lupa o perspectiva de tu hijo(a) y a preguntarte:
Es bueno delimitar el papel de amigo o de padre. Un amigo te da brinda una sugerencia, pero no establece las normas. Un padre vela por la seguridad de su hijo a cualquier coste. ¿Cuál seria el término medio entre amigo y padre? La confianza y, ¿cómo conseguimos que confien en nosotros? Siendo lo suficientemente empáticos para dejar que afloren sus verdaderos sentimientos y se abran a ti:
Expresando otro matiz, más cercano y emocional. Siendo el amigo que lo escucha, y el padre que lo protege.
La responsabilidad se advierte cuando el hijo toma las riendas de la situación problemática y acepta su parte en el conflicto. No existe una verdad absoluta, pero si podemos analiz