El Arte de Persuadir: Estrategias para Padres

A pesar de nuestros esfuerzos y la aplicación de diversas técnicas, el comportamiento de algunos niños puede no mejorar rápidamente.

Para conseguir una transformación duradera, podemos utilizar el arte de la persuasión como complemento a lo que ya hemos aprendido.

Es importante tener en cuenta que “persuadir” no implica engañar al niño u obligar a aceptar nuestra idea. El objetivo es dirigir la terquedad hacia metas más provechosas. Se trata de hacer cambiar de idea a través del convencimiento o los beneficios que se obtendrán.

Persuasión.

Al persuadir, se destacan características como la empatia, el conocimiento, la seguridad, la claridad y la flexibilidad. Una persona persuasiva debe ser capaz de:

• Ponerse en el lugar de los demás.

• Tener un gran dominio del tema en cuestión.

• Ser coherente.

• Comunicar con confianza y efectividad.

• Saber adaptarse y cambiar su línea de acción si es necesario.

Robert Cialdini, un reconocido experto en psicologia, establece una serie de principios básicos a considerar:

• La aprobación: debido a su vulnerabilidad, los niños buscan el reconocimiento de aquellos a quienes admiran. Lo que se les dice puede influir significativamente en su forma de pensar y actuar.

• La autoridad: al ganarnos el respeto y demostrar nuestro conocimiento en un área especifica, podemos inspirar a los demás a seguir los consejos sin protestar.

• Empatia: al comprender las razones justas y no imponer tu autoridad, puedes lograr que comprendan tus decisiones y se sientan cómodo con ellas.

• Reciprocidad: cuando ayudas a tu hijo, puedes incentivar en él la necesidad de devolverte el favor en el futuro.

La reciprocidad.

La reciprocidad puede ser una herramienta efectiva para persuadir a tus hijos. Ayudarles en situaciones que van más allá de tus deberes como padre puede generar gratitud. Por ejemplo, ayudarlos con sus deberes cuando están enfermos.

Esto fomenta una actitud positiva y fortalece el vinculo paterno-filial. En ese momento, dejarán de obedecerte simplemente porque eres el padre y comenzarán a hacerlo porque creen que te lo mereces.

Opciones.

Es fácil demostrarle a tu hijo que existen otras alternativas. Solo debes ofrecerle dos opciones para elegir, como mencionamos en el capitulo anterior. Por ejemplo, si está molesto por algo y necesitas solucionar el problema rápidamente, podrias decirle: “¿Prefieres hablar ahora o después de bañarte?” De esta manera, puede elegir una de las dos opciones. Siempre teniendo en cuenta la obligación que se pretende cumplir, en este caso bañarse.

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