Transcripción Elementos de decoración (1)
El conocimiento de las sensaciones que poden provocar hasta los más mínimos detalles en la percepción del ambiente, permiten al decorador obtener infinitos resultados a partir del empleo y combinación de los distintos elementos que componen la decoración. A través del manejo intencionado del espacio, las líneas, las formas, la luz, el color, la textura, el empapelado, etcétera, el decorador logra reforzar al ambiente que desean percibir los usuarios de los espacios decorados.
Por ello, el decorador necesita conocer las sensaciones que producen las distintas maneras de combinar los elementos decorativos. Por ejemplo: El predominio de tonos verde azulados en una estancia refuerza la sensación de frialdad, mientras que los tonos rojos refuerzan la sensación de calidez.
El espacio
El espacio de la estancia aunque no puede ser fisicamente modificado, es el primer elemento a tener en cuenta al configurar la idea decorativa. Esto se debe a que en dependencia de la longitud, el ancho y la altura de la habitación, el decorador seleccionará los objetos que le permitirán provocar sensaciones de amplitud, estrechez o equilibrio.
El espacio puede dividirse en dos categorías: espacio positivo y espacio negativo. El espacio positivo es el que se encuentra poblado por objetos, mientras que el espacio negativo es el que se encuentra entre los objetos y permite entre otras cosas, el paso de la luz, el aire y el tránsito de las personas.
La prevalencia de uno de los dos tipos de espacios en una estancia podría ayudarnos a identificar un estilo decorativo, por ejemplo: en el estilo mínimalista, los espacios negativos son muy superiores a los positivos, mientras que en el estilo ecléctico ocurre todo lo contrario.
Al distribuir los espacios en una estancia se debe ser cuidadoso para evitar sobrecargar o despoblar demasiado los espacios.
Las líneas
El empleo de las líneas ayuda a crear uniformidad, contraste o armonia en la decoración. El predominio de uno de los distintos tipos de líneas (horizontales, verticales, inclinadas o curvas) provoca diferentes sensaciones:
- Las líneas horizontales que forman las mesas, las repisas y otras superficies sugieren descanso, formalidad y eficacia. Se emplean también para lograr que la estancia luzca más ancha; sin embargo, este efecto puede provocar también, sensación de aburrimiento.
- Las líneas verticales sugieren fuerza, libertad, estabilidad; su predominio da la ilusión de una habitación más alta.
- Las líneas inclinadas o en zigzag dan la sensación de energía, movimiento, actividad, se captan rápidamente y capturan nuestra atención por mucho más tiempo que las demás. Por ello el empleo excesivo de estas líneas puede provocar distracciones no deseadas.
- Las líneas curvas sugieren continuidad, suavidad, naturalidad, blandura y sensualidad.
La forma
La forma interviene en la apreciación de la estancia y de cada uno de los objetos que aparezcan en esta. El decorador puede emplear formas bidimensionales que son superficies totalmente planas (tapetes, pinturas, alfombras, etcétera) y formas tridimensionales que son los objetos volumétricos (muebles, cofres, floreros, etcétera).
Las formas se pueden clasificar también en geométricas, abstractas y naturales. Las formas geométricas y abstractas (rectangulares, esféricas, circulares, piramidales, indefinidas, etcétera) se relacionan con lo artificial, mientras que las formas naturales (pétalos, hojas, figuras de animales, etcétera), aportan ambientes más orgánicos y naturales.
Se puede lograr armonia y equilibrio empleando diferentes objetos de formas similares; sin embargo el empleo de muchos objetos de formas distintas genera confusión.
elementos 1