La Proyección de una Presencia Asertiva
La primera impresión es crucial, ya que se forma en tan solo siete segundos, incluso antes de que hayamos dicho una sola palabra.
En esos segundos, la otra persona se formará un juicio sobre nuestra personalidad y establecerá una impresión general que influirá en el resto de la interacción.
Por lo tanto, es vital proyectar una presencia asertiva desde el principio, para que los demás nos perciban como personas seguras, confiadas y accesibles, y no como personas pasivas o agresivas.
Gestos que construyen una primera impresión asertiva
Para proyectar una presencia asertiva, es importante utilizar un lenguaje corporal poderoso desde el momento en que entramos en una habitación. Una postura fuerte y erguida es la base.
Caminar con pasos largos y decididos, sin ir demasiado rápido, proyecta confianza y determinación.
Es importante usar gestos abiertos, como tener las manos relajadas en la cintura, en lugar de cruzarlas sobre el pecho.
Además, una sonrisa moderada y una barbilla ligeramente levantada nos hacen parecer más accesibles y seguros de nosotros mismos.
La sonrisa debe ser auténtica, no excesiva, ya que una sonrisa exagerada puede interpretarse como pasividad o falta de sinceridad.
La importancia de la congruencia
Para que la primera impresión asertiva sea efectiva, el lenguaje corporal debe ser congruente con el mensaje verbal.
Por ejemplo, si decimos que nos alegra ver a alguien, pero nuestra postura es encorvada y nuestros gestos son cerrados, la persona dudará de nuestra sinceridad.
La incongruencia entre el mensaje verbal y el no verbal genera confusión, y el interlocutor tiende a confiar más en el lenguaje corporal.
Por lo tanto, es crucial que ambos canales de comunicación envíen el mismo mensaje.
Resumen
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