La Confianza como Eje de las Relaciones
La confianza es la moneda de cambio fundamental en cualquier relación.
Para ganarse la confianza de alguien, es crucial que las acciones se alineen con las palabras.
Una persona confiable es aquella cuyas acciones no contradicen lo que dice.
Por el contrario, la inconsistencia, como cuando alguien se dice ambicioso pero no actúa de forma diligente, destruye la credibilidad.
Con el tiempo, la falta de coherencia entre lo que se promete y lo que se hace erosiona la fe en una persona, ya sea en el ámbito personal o profesional.
La confianza como moneda de cambio
La confianza es la principal moneda de nuestra relación, por así decirlo. Nuestros comportamientos son complejos en sí mismos.
Para nosotros, tratar de leer en todo lo que estamos haciendo, introducimos el habla para simplificar el proceso de confiar el uno en el otro.
Cuando conoces a alguien, ¿confías solo en lo que te dicen, o investigas cómo actúan? Bueno, de hecho, intentas hacer ambas cosas.
La forma de ganar la confianza de alguien es actuar de manera que puedas decir la verdad sobre cómo actúas. Lo que ocultas refleja lo que podría hacerte poco confiable.
A menos que seas un mentiroso compulsivo, confiaré en ti cuando me digas cómo te comportas y si esos comportamientos se alinean con lo que me dices.
La coherencia como pilar de la confianza
En tus relaciones sociales o amorosas, confiarás en alguien cuando no haya discrepancia entre lo que la persona te dice y cómo se comporta.
Por ejemplo, si alguien que conociste te dice que es ambicioso, pero todo lo que hace es holgazanear frente al televisor todo el día, rápidamente notarás que no es muy fiable.
Si tu pareja dice que siente algo que ha hecho que fue perjudicial para tu relación, pero aún así se entrega a los mismos comportamientos, entonces deberías notar que no son tanto las palabras tranquilizadoras, los lo siento, lo que quieres oír lo que importa con el tiempo. Es la forma en que se comportan.
Porque al final del día, actuamos lo que creemos y algunos de nosotros creemos que las mentiras piadosas están bien y que aún podemos hacer lo que queramos independientemente de las circunstancias, porque hay una recompensa por esos comportamientos que importa más que la relación en sí, lo que eventualmente debería llevarte a desconfiar de esas personas.
La falta de coherencia y sus efectos
Pero no siempre es tan fácil porque podemos idealizar a la persona con la que estamos saliendo, por ejemplo.
Bueno, los amamos y esperamos que se alineen con quienes dicen ser, pero eventualmente terminamos decepcionados con el tiempo.
Y esa es una cosa que podría llevar a las personas a separarse.
Del mismo modo, en el lugar de trabajo, no se te confiará simplemente por tus credenciales o lo que dices que puedes hacer.
Se trata de si eres capaz de cumplir con lo que dices que puedes entregar.
Se trata de las veces en las que no pondrás excusas de por qué no lograste preparar esa presentación que tenía que estar lista un día antes.
Así que ser digno de confianza lleva tiempo porque hay otro elemento que entra en juego, que es la consistencia.
Si con el tiempo eres capaz de comportarte repetidamente de la manera en que dices que te comportas, entonces podré confiar gradualmente en ti.
Así que no debería sorprenderte que no seas tan ingenuo y confíes en los demás de inmediato, sino que más bien compares lo que dicen y hacen con el tiempo.
Y este proceso es realmente la única forma de profundizar tus relaciones. De lo contrario, solo será una fachada.
Resumen
La confianza es la moneda fundamental en cualquier relación. Para ganarla, las acciones deben alinearse con las palabras. La inconsistencia entre lo que se dice y lo que se hace destruye la credibilidad y la fe en una persona con el tiempo.
La confianza se gana con el tiempo y la consistencia. Es un proceso en el que se comparan las acciones con las palabras para verificar la fiabilidad. Sin coherencia, las relaciones son una fachada y la falta de sinceridad puede ocultar agendas egoístas.
La honestidad es el pilar de una relación. Comprometer la verdad para complacer a otros es una forma de autoengaño que puede llevar a una traición irreparable. Las relaciones sanas se construyen sobre una base de verdad que permite expectativas razonables.
la confianza como eje de las relaciones