La Agradabilidad y la Autenticidad
Nuestros comportamientos son un reflejo directo de nuestros valores fundamentales.
La forma más sencilla de identificar lo que valoramos es observar nuestras acciones, tanto a solas como con los demás, y reflexionar honestamente sobre nuestras intenciones.
Dos valores que actúan como motores clave en nuestras interacciones son la agradabilidad y la autenticidad.
La agradabilidad es un rasgo de la personalidad que se encuentra en las personas que buscan complacer a los demás, a menudo satisfaciendo sus necesidades para ser validados.
Por otro lado, la autenticidad se refiere a ser genuino y sincero en nuestras interacciones.
El problema surge cuando la agradabilidad se practica a expensas de la propia integridad y bienestar.
Origen de la agradabilidad: Miedo e inseguridad
Los principales motivos detrás de una agradabilidad excesiva son la inseguridad y el miedo.
En las relaciones personales y sociales, la necesidad de validación externa es tan fuerte que la persona se siente afectada o incómoda si los demás expresan algo que no sea aprecio.
Por ejemplo, el miedo a ver a un amigo enojado o decepcionado puede llevar a alguien a cambiar su comportamiento o a aceptar planes que realmente no desea, solo para mantener la paz.
Este comportamiento se convierte en una transacción: haces un esfuerzo por hacer feliz a la otra persona y esperas que las cosas salgan a tu manera en respuesta.
Cuando esto no sucede, la persona puede sentirse justificada para molestarse, pensando: "He hecho todo por ti, y esto es lo que recibo a cambio".
Agradabilidad como transacción
En realidad, esta agradabilidad forzada esconde el miedo a no ser capaz de defenderse.
En el trabajo, el miedo a perder el empleo o a ser visto como imperfecto puede llevarnos a aceptar cargas de trabajo imposibles, lo que a su vez genera estrés, desmotivación e incluso agotamiento.
La persona que actúa de esta manera hace que su autoestima dependa de la apreciación de sus superiores, otorgándole más importancia a lo que su jefe piensa de ella que a lo que piensa de sí misma.
Cuando se enfrenta a críticas a pesar de haber hecho un gran esfuerzo, a menudo se lo toma de forma personal, lo que la lleva a cerrarse en lugar de expresar sus opiniones genuinas.
Resumen
Nuestros comportamientos son un reflejo de nuestros valores. Dos valores clave son la agradabilidad, que busca complacer a otros para validarse , y la autenticidad, que es ser genuino. El problema surge cuando la agradabilidad se practica a expensas de la propia integridad.
La agradabilidad excesiva nace de la inseguridad y el miedo. Por ejemplo, el miedo a ver a un amigo enojado puede llevarnos a aceptar planes que no queremos. Este comportamiento es una transacción en la que esperamos que los demás respondan de forma positiva.
Esta agradabilidad forzada esconde el miedo a no poder defenderse. Aceptar cargas de trabajo imposibles por miedo a ser imperfecto puede llevar al agotamiento. La autoestima depende de la aprobación de los demás, lo que la hace frágil.
la agradabilidad y la autenticidad