No temas a equivocarte
El error es uno de los fenómenos que más disgusto causa entre los nuevos emprendedores, surgiendo asi el temor a equivocarnos, lo que puede llegar a ser dañino porque frena el desarrollo de nuestras acciones y de nuestra creatividad. El temor a equivocarte no puede ser un impedimento o limitante a la hora de innovar o llevar a cabo procesos con ciertos riesgos. La equivocación debe ser aceptada como un fenómeno que forma parte del reto de emprender e intentar construir algo con nuestros propios esfuerzos.
Durante el desarrollo de la presente guia estaremos abordando alguno de los conceptos básicos relacionados con este tema, de forma tal que aprendas a moldear tu perspectiva sobre el error y a aceptar tomar nuevos riesgos sin el temor a equivocarte.
Cuando planifiques una estrategia o intentes emprender nuevas acciones, valora siempre que existe el escenario del error. El error es una constante común en el desarrollo de toda empresa, los negocios más exitosos del mundo fracasaron en muchas ocasiones hasta lograr dar con la fórmula de su éxito.
Equivocarte no supone ningún retroceso en tu desarrollo, todo lo contrario, es la forma más exacta que tienes de reformular tus estrategias, mejorarlas y plantear nuevas soluciones a los problemas.
Si bien el equivocarnos suele generar cierto grado de frustración, lo cual es totalmente comprensible, la mentalidad con la que asumamos dicha equivocación puede marcar la diferencia entre obtener algún beneficio del error o desperdiciar la oportunidad de aprender de nuestro fracaso para acumular experiencia a la hora de abordar los nuevos retos. Tómate cada equivocación como una escuela que te prepara en tu camino hacia el éxito.
El riesgo, el éxito y el error son tres variables de la misma ecuación. Dificilmente lograrás resultados importantes si no tomas un poco de riesgo, piensa que si aquello que deseas fuese sencillo de realizar, todo el mundo lo hubiese logrado antes. La diferencia entre los resultados notables y los resultados ordinarios, se encuentra en la tolerancia al riesgo que ha tenido aquel que lo ha ejecutado. La tolerancia al riesgo no es más que el nivel de capacidad emocional que hemos desarrollado para aguantar la presión que conlleva el emprender una acción, asumiendo la existencia de una alta posibilidad de que estemos equivocados.
Una situación determinada es caracterizada como riesgosa a raiz de las probabilidades de fracaso que presenta. Es por ello que al aumentar el riesgo, también aumentará de forma proporcional tus probabilidades de equivocarte y de obtener resultados exitosos.
Si eres capaz de poner en una balanza lo que representa el hecho de equivocarte contra la posibilidad de aceptar, notarás que cuentas con toda la ventaja a tu favor. Analizándolo de forma pragmática, cada vez que te equivoques no solo acumularás más experiencia, sino que puedes volver a intentarlo cada vez que lo desees.
En cambio, si has tomado la decisión de llevar a cabo algo grande, que supone un cierto riesgo elevado, solo necesitarás acertar en una ocasión para obtener la recompensa de tu esfuerzo. No son pocos los grandes empresarios que fracasaron en numerosas ocasiones en el intento de llevar a cabo un negocio exitoso, pero una vez lo lograron supieron maximizar sus resultados y obtener el mayor beneficio de ellos.
Acepta el reto de tomar riesgos, siempre de forma inteligente con una gestión adecuada, no temas al hecho de equivocarte y disfruta cada paso que des con confianza. No existe una forma exacta de anticipar si una decisión es adecuada o no, equivocarte es representación de haber tenido el valor para actuar.