La falta de conocimiento en los negocios
Hoy en día hay muchisima información en Internet acerca de cómo poner en marcha un negocio. Hay webinars, expertos compartiendo de una u otra forma su experiencia, documentos técnicos, todo tipo de herramientas gratis o con buenos planes de pago para ayudar a administrar un negocio y un montón de recursos más. Igualmente puedes ver que hace la competencia en tiempo real, así como acceder a herramientas online sofisticadas para hacer estudios de mercado y realizar todo tipo de campañas de marketing online. Aun así, estadisticamente los nuevos negocios tienen alta tasa de fracaso en los primeros 3 años.
La mayoría de las personas que comienzan un negocio no solo busca independencia y mejorar su economía, también sienten mucha pasión por su proyecto. A la mayoría no les falta conocimiento en su campo, pueden hasta ser muy buenos profesionales y expertos en su área. Es sobre los aspectos generales de llevar un negocio de lo que no saben o no tienen experiencia. Subestiman el nivel de responsabilidad, la cantidad de roles que deberán asumir para sacar adelante su idea y el tiempo que les tomará. La gente no quiere fallar y teme equivocarse.
Causas más comunes del fracaso en los negocios
Las causas más comunes del fracaso de un emprendimiento son:
- No tener aterrizada la idea del negocio: lo que todos repiten siempre como aspectos fundamentales y aun así muchas veces no se tiene en cuenta, o no se hace correctamente. La misión, el cliente ideal, el producto o servicio, la competencia y la visión del negocio.
¿Qué necesidad especifica se va a cubrir? ¿Qué se va a ofrecer que tenga valor para el mercado? ¿Quién es el público objetivo? ¿Quién es, qué hace y dónde está tu cliente ideal? ¿Cuánto está dispuesto a pagar? ¿Qué beneficios tiene tu producto o servicio para ese cliente? ¿Quién es mi competencia directa? ¿Qué necesidad no cubre la competencia? ¿Qué hace bien y mal mi competencia? ¿Adónde quiero estar en 5 o 10 años? ¿Qué tengo que tener en cuenta para llegar ahí?
- Mala elección del sector: se debe investigar minuciosamente el sector en el que se va a desarrollar el negocio. Analizar si se tiene la suficiente experiencia en el sector. Investigar si efectivamente hay un hueco para posicionarse en ese sector según lo que vaya a ofrecer.
- No hacer un análisis FODA: no analizar real y profundamente las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del negocio. Y una vez hecho no utilizar el resultado eficazmente en la planificación. Para el emprendedor también es fundamental analizar cuáles son sus puntos fuertes y débiles, si cuenta con las habilidades y las competencias necesarias para enfrentar el tipo de proyecto que escogió.
Problemas de planificación:
- No planificar al detalle los gastos y los costos, y sobrestimar los ingresos.
- Falta de planes alternativos para diferentes situaciones.
- No planificar al detalle las estrategias que se van a realizar.
- No controlar el presupuesto.
- Falta de financiación: ser incapaz de conseguir la financiación adecuada y con tiempo.
- Desconocimiento administrativo: no estar preparado para llevar el proceso administrativo del negocio, sobre todo en el ámbito financiero y contable.
- No estar bien acompañado: en el caso de no empezar solo y contar con el capital para contratar personal es importante que los miembros del equipo sean competentes en sus funciones y sepan trabajar en equipo. Ser igualmente cuidadoso si se va a traer algún socio o inversor para inyectar capital.
- Subestimar la necesidad del marketing: aunque un producto o servicio tenga calidad y un mercado que lo necesita, no se vende solo. Hay que invertir inteligentemente tiempo, dinero y recursos en ampliar la visibilidad y el alcance del negocio. Elaborar un plan de marketing lo más detallado posible y darle cumplimiento.
- Agotamiento: tendrán que dedicarle mucho tiempo y energía a su negocio por un tiempo indeterminado.
- Falta de atención al cliente: ignorar las quejas, no adaptar los servicios y productos al cliente, no trabajar en su fidelización son errores que se pagan caros dentro en una realidad altamente competitiva.
- Estancamiento: es necesario mantenerse actualizado, estar atento a los cambios y las nuevas tendencias para poder adaptar el negocio a las nuevas circunstancias rápidamente.
Buscar ayuda si hace falta
Comenzar un negocio desde cero no es tarea fácil. Las personas tienden a enfrentar los problemas cuando los tienen encima, no suelen ser proactivos.
La oportunidad de contrastar opiniones con alguien de más conocimiento y experiencia, de tener un apoyo, de consultar las dudas, de aclarar las ideas, de formarse en un tema determinado o subcontratar un servicio específico que no se nos da bien tiene una ventaja importante, ahorrar muchisimo tiempo y evitar cometer errores que pueden disminuir el capital inicial. Por eso los emprendedores que pueden permitirselo, se deciden a contratar la ayuda que necesitan en esta etapa y lo consideran una inversión que vale la pena.
Si necesitan un guía que lo aconseje, comparta sus experiencias, información valiosa y que le trasmita su conocimiento de una forma muy personal, quizás opte por una mentoria.
Si lo que necesita es que un experto se ocupe de un área para poder enfocarse en otras funciones del negocio, una consultoría puede ser la solución.
Si aún no está muy seguro de lo que quiere y como conseguirlo, o necesita aclarar las ideas, asegurarse de que está tomando las decisiones que lo acercarán a su meta, desarrollar una habilidad especifica, definir sus objetivos o superar sus dudas, pues un buen coaching lo ayudará a encontrar su camino.
Lo importante es ser consistente y persistente. No caer presa del desaliento y el agobio. Si en esta oportunidad se falla, siempre queda lo aprendido y seguro habrá una oportunidad para intentarlo de nuevo.
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