Sé un apoyo para tus clientes
Durante la presente guia estaremos abordando algunos temas relacionados con el trato interpersonal hacia los clientes, la forma en que llevamos a cabo nuestras sesiones de coach y la función que cumplimos como soporte y apoyo para ellos. Ser coach no es un servicio cualquiera, el trabajo de un coach no se limita a transmitir los conocimientos y cobrar una remuneración por ello.
El coach es un profesional que debe implicarse más a fondo que el resto, interesarse por aspectos que van más allá de lo profesional, pero que de una forma u otra guardan relación con los resultados que puede llegar a alcanzar nuestro cliente. Dicho esto, el coach tiene que ser un apoyo para sus clientes, que este pueda encontrar en su coach una mano derecha a quien dirigirse para solventar las dudas y afrontar los escenarios complejos.
Es por ello que a continuación estaremos analizando variados elementos que son esenciales en la relación coach-cliente.
Probablemente te preguntes por qué tienes que extralimitarte en tus funciones laborales y servir también de apoyo hacia tus clientes, ya que al final tú solo ofreces un servicio y cobras por ello. Sucede que el servicio de coach tiene matices diferentes al de otros servicios. Cuando contratamos un informático para revisar nuestro ordenador, solo esperamos de este que cumpla con sus funciones y resuelva nuestro problema, por lo que nuestra relación como cliente hacia el informático terminara una vez este realice su trabajo.
En el caso de un coach el tema se vuelve un poco más complejo, porque los resultados del coach se miden a largo plazo. Para el coach es imposible asesorar a su cliente, orientarlo y ayudarlo progresar en su negocio sino se implica más allá de los aspectos profesionales e intenta conocer las particularidades de su cliente. El coach debe realizar tareas extras más allá de transmitir la información y la experiencia de este, tiene que ser un soporte hacia su cliente para ayudarlo a ejercer los conocimientos adquiridos de forma efectiva. De no hacerse asi, todo quedaria en la mera teoria, siendo este un problema muy grave para un cliente no experimentado.
Una de las formas más efectivas en las que puedes apoyar a tu cliente y conocer qué tan efectiva están siendo tus orientaciones hacia la satisfacción de sus necesidades, es realizar un seguimiento constante hacia los resultados obtenidos por nuestro cliente y la forma en que este está poniendo en práctica tus recomendaciones y orientaciones. Procura estar al tanto de cada paso que está dando tu cliente con su negocio, comunicate con él y obtén información sobre cómo está gestionando cada proceso.
Averigua cuáles son sus preocupaciones más grandes y qué obstáculos están impidiendo que su progreso sea más acelerado. Estas acciones serán muy agradecidas por tu cliente, ya que estarás demostrando que te interesa realmente que los servicios que brindas a tus clientes le sean de utilidad y puedan obtener con ellos el mayor provecho posible.
No puedes esperar que tus recomendaciones y orientaciones sean inmutables o se adapten a cada circunstancia o aspecto en concreto. Para educar y orientar a nuestro cliente, es necesario atender a una serie de factores que se van suscitando de forma aleatoria durante el camino que este debe transitar.
Debes ser flexible a la hora de planificar tus estrategias, atiende a los elementos circunstanciales y si detectas que es necesario hacer modificaciones en el camino, corrige a tiempo y evitar errores que puedan llegar a ser costosos.