Según datos de UNICEF nos informa de cómo puede afectar el ciberacoso a nuestra salud ment
El Impacto Psicológico Inmediato (Ansiedad y Depresión)
El ciberacoso, al ser una invasión constante (24/7) en el espacio seguro de la víctima, genera un estado de hipervigilancia y ansiedad agudos.
La víctima vive con el miedo constante a la próxima notificación, al próximo mensaje o a la próxima publicación humillante.
Este estado de alerta permanente agota los recursos psicológicos y es la antesala de trastornos de ansiedad generalizada y ataques de pánico.
Paralelamente, la naturaleza pública y viral del ciberacoso provoca una sensación de humillación y vergüenza extremas.
La víctima se siente expuesta ante todo su entorno (compañeros, familia, desconocidos), lo que conduce a una depresión severa.
La sensación de indefensión, de no poder escapar y de ser "culpable" de la situación, genera una tristeza profunda y una pérdida total de interés por la vida.
El aislamiento social, que es tanto una consecuencia como una estrategia de defensa, agrava estos sentimientos depresivos, creando un círculo vicioso.
La Erosión de la Autoestima y el Aislamiento Social
El objetivo del ciberacoso es destruir la reputación y el autoconcepto de la víctima. Los insultos y la denigración constantes hacen que el menor interiorice esos mensajes negativos, llevando a una erosión catastrófica de la autoestima.
La víctima empieza a creer que los insultos son ciertos, que es "rara", "fea" o "inútil" y que, de alguna manera, "merece" lo que le está pasando. Esta distorsión cognitiva es una de las secuelas más difíciles de revertir.
Como consecuencia directa de esta baja autoestima y del miedo a la humillación pública, la víctima se autoexcluye socialmente.
Deja de participar en actividades grupales, evita ir al colegio y corta la comunicación con sus amigos, bien por vergüenza o por miedo a que ellos también vean el contenido humillante.
Este aislamiento voluntario se suma al aislamiento forzado por el agresor, dejando a la víctima sin ninguna red de apoyo emocional, lo cual es exactamente lo que el acosador busca.
Consecuencias Físicas y de Alto Riesgo
El tormento psicológico del ciberacoso se somatiza en el cuerpo.
El estrés crónico provoca una variedad de síntomas físicos: trastornos del sueño (insomnio, pesadillas), trastornos alimentarios (tanto por atracón como por restricción), dolores de cabeza crónicos, problemas gastrointestinales y un debilitamiento general del sistema inmunológico.
El cuerpo de la víctima refleja el estado de asedio en el que vive su mente. En los casos más graves, el ciberacoso está directamente correlacionado con el aumento del riesgo de autolesiones e ideación suicida.
La sensación de que no hay escapatoria, la desesperanza absoluta y la creencia de que el dolor no terminará nunca, pueden llevar a la víctima a considerar el suicidio como la única salida.
El ciberacoso no es, por tanto, un problema "virtual"; sus consecuencias son reales, físicas y potencialmente letales.
Resumen
El ciberacoso afecta la salud mental generando altos niveles de ansiedad, ya que la víctima se siente insegura 24/7. La humillación pública y la indefensión provocan depresión severa
El constante ataque a la imagen de la víctima destruye su autoestima, haciéndole creer que merece el abuso. Esto provoca que la víctima se aísle socialmente, perdiendo su red de apoyo
El estrés psicológico se somatiza con insomnio, trastornos alimentarios y dolores de cabeza. En casos graves, la desesperanza puede llevar a autolesiones o incluso a la ideación suicida
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