Recomendaciones para evitar el ciberbullying

Educación Preventiva en el Hogar (Diálogo Abierto)

La recomendación más eficaz para evitar el ciberacoso es la prevención activa en el hogar, y esta empieza mucho antes de que el menor tenga su primer dispositivo.

La base es un diálogo abierto y constante sobre la vida digital, tratado con la misma naturalidad que se habla de la vida escolar.

Los padres deben interesarse genuinamente por las aplicaciones que usan, los juegos a los que juegan y con quién interactúan.

Si la tecnología es un tema tabú o solo se aborda desde el castigo ("te voy a quitar el móvil"), el menor nunca confesará un problema.

Esta educación preventiva incluye establecer normas claras de uso (horarios, lugares donde no se usa el móvil, como la habitación por la noche) y, fundamentalmente, educar en empatía digital.

El niño debe entender, a través de ejemplos y conversaciones, que detrás de cada perfil hay una persona real con sentimientos.

Se debe insistir en la "regla de la abuela": si no se lo dirías a alguien en persona con tu abuela delante, no lo escribas en internet.

Gestión de la Identidad Digital y la Privacidad

Para evitar ser una víctima fácil, es crucial gestionar la identidad digital. Una recomendación clave es no compartir información personal sensible.

Esto incluye el nombre completo, la dirección de casa, el nombre del colegio, el número de teléfono o fotografías que revelen datos del entorno.

Los agresores utilizan esta información para ganar credibilidad en sus suplantaciones o para llevar el acoso al mundo físico. Asimismo, es vital el uso de contraseñas robustas y privadas.

El menor debe entender que las contraseñas son como la llave de su casa: no se comparten con nadie, ni siquiera con el "mejor amigo".

Cambiarlas periódicamente y no usar la misma para todas las plataformas es una barrera de seguridad fundamental contra la suplantación de identidad, una de las formas más dañinas de ciberacoso.

Desarrollar el Pensamiento Crítico y la Asertividad Digital

Evitar el ciberacoso también implica no caer en las trampas. Los menores deben ser educados para desarrollar un pensamiento crítico ante lo que ven en la red.

Deben aprender a desconfiar de perfiles anónimos, a no creerse todos los rumores que leen y a no participar en cadenas de odio.

Igualmente, deben desarrollar asertividad digital. Esto significa aprender a decir "no" online.

Si un amigo le pide que comparta una foto que le incomoda, debe sentirse con la libertad de negarse.

Si le incluyen en un grupo de WhatsApp donde se está insultando a alguien, debe saber cómo abandonar el grupo sin sentir culpa.

Esta fortaleza para establecer límites digitales es una protección clave tanto para no ser víctima como para no convertirse en un observador cómplice.

Resumen

La mejor recomendación es la educación preventiva en casa mediante el diálogo. Los padres deben hablar con naturalidad sobre la vida digital y educar en empatía, estableciendo normas claras de uso

Es vital enseñar a gestionar la identidad digital. Esto implica no compartir datos personales sensibles (dirección, colegio) y usar contraseñas robustas y secretas para evitar la suplantación de identidad

Se debe fomentar el pensamiento crítico para desconfiar de rumores y anónimos. Además, hay que desarrollar la asertividad digital: la capacidad de decir "no" y de abandonar grupos tóxicos