¿Qué es el Sexting?
Definición, Contexto y Consentimiento
El término sexting proviene de la unión de "sex" (sexo) y "texting" (enviar mensajes).
Se define como el envío, recepción o reenvío de contenido (imágenes, vídeos o mensajes) sexualmente explícito o íntimo de creación propia, principalmente a través de dispositivos móviles.
Es crucial entender que el sexting es una práctica cada vez más común en la adolescencia y la edad adulta, y que, mientras sea consensuado, privado y entre personas con la madurez para ello (es decir, adultos), no es en sí mismo un problema, sino una forma de expresión de la sexualidad.
El problema surge en dos vertientes: cuando se realiza siendo menor de edad, y, sobre todo, cuando se rompe el consentimiento.
El sexting se vuelve problemático y potencialmente delictivo en el momento en que el contenido, que fue creado y enviado en un contexto de confianza y privacidad, se difunde sin el permiso del protagonista.
La confianza digital es volátil, y lo que se envía a una persona puede acabar, en segundos, en manos de cientos.
Los Riesgos Principales: Difusión No Consentida y Sextorsión
El riesgo fundamental del sexting es la pérdida total de control sobre la propia imagen.
Una vez que una foto o vídeo sale del dispositivo, es imposible recuperarlo o borrarlo por completo.
El primer riesgo es la difusión no consentida, a menudo llamada (erróneamente) "pornovenganza".
Ocurre cuando una ex pareja, tras una ruptura, difunde el material para vengarse o humillar.
También ocurre por "broma" o para ganar estatus en un grupo de amigos, convirtiéndose en una forma de ciberacoso y violencia de género digital.
El segundo riesgo grave es la sextorsión. Esto ocurre cuando un receptor (o alguien que ha robado el material) amenaza con hacer público el contenido íntimo si la víctima no accede a sus peticiones.
Estas peticiones suelen ser: enviar más fotos o vídeos de mayor contenido sexual, realizar un pago económico, o incluso forzar un encuentro físico. La víctima queda atrapada en un ciclo de chantaje y miedo.
Prevención y Marco Legal
La prevención del sexting tiene varias capas. La más evidente es "no lo hagas"; si no existe el material, no hay riesgo.
Sin embargo, dado que es una realidad, la prevención debe ser más sofisticada: si se hace, nunca mostrar el rostro ni elementos identificativos (tatuajes, cicatrices, el fondo de la habitación).
También existen aplicaciones que difuminan o ponen marcas de agua. Legalmente, es vital que los menores entiendan dos cosas.
Primero, que difundir el contenido íntimo de otra persona sin su permiso es un delito grave (descubrimiento y revelación de secretos), incluso si la persona se lo envió voluntariamente en su día.
Segundo, la prevención más importante es la que recae sobre el receptor: "Si te llega, no lo compartas. Bórralo". Ser cómplice en la difusión es ser parte del delito y del acoso.
Resumen
El sexting es el envío consentido de contenido íntimo o sexual propio por medios digitales. El problema no es la práctica en sí, sino el riesgo de que ese contenido salga de la esfera privada
El principal riesgo es la pérdida de control de la imagen y la difusión no consentida, a menudo por ex parejas (pornovenganza). También puede derivar en sextorsión, un chantaje para pedir más fotos
La prevención más eficaz es no hacerlo o, al menos, no mostrar el rostro. Legalmente, difundir contenido íntimo de otros sin permiso es un delito grave. Si te llega, no lo reenvíes
que es el sexting