Protocolo de actuación
Fase 1: Detección, Comunicación y Protección de la Víctima
El protocolo de actuación se inicia en el instante en que cualquier miembro de la comunidad educativa (profesorado, familia u otro alumno) tiene constancia de un posible caso de ciberacoso.
El primer paso es la comunicación inmediata de los hechos al tutor/a y al equipo directivo o al coordinador de bienestar del centro.
La prioridad absoluta e inmediata, antes incluso de verificar los hechos, es garantizar la seguridad de la víctima.
Esto implica adoptar medidas cautelares urgentes: asegurar que la víctima se siente protegida, ofrecerle apoyo psicológico inicial, y si el acosador está identificado y es del centro, asegurar que no tengan contacto en espacios comunes.
A la víctima se le debe dar instrucciones claras: no responder, no borrar las pruebas y configurar la privacidad de sus cuentas (si no lo ha hecho ya).
Se debe establecer un canal de comunicación directo y seguro con la familia de la víctima.
Fase 2: Recopilación de Información e Identificación
Una vez protegida la víctima, se inicia la fase de investigación, que debe ser rápida, discreta y rigurosa.
Un responsable designado (generalmente el orientador o jefe de estudios) debe recopilar todas las pruebas (capturas de pantalla, mensajes, URLs de perfiles falsos) y entrevistar a las partes implicadas, siempre por separado.
La entrevista con la víctima debe ser empática, buscando conocer el alcance, la duración y el impacto del acoso.
La entrevista con el presunto agresor debe ser asertiva, presentando los hechos conocidos y escuchando su versión, pero sin que sea un interrogatorio policial. También es crucial hablar con observadores clave.
Si el agresor es anónimo, el centro debe usar sus recursos para intentar identificarlo, o asesorar a la familia sobre cómo denunciar a la policía (quienes tienen unidades de delitos telemáticos).
Fase 3: Análisis de los Hechos e Intervención
Con toda la información, el equipo directivo y el departamento de orientación analizan la naturaleza de los hechos.
Deben determinar si es un conflicto puntual o un caso de ciberacoso (intencional, repetido y con desequilibrio de poder).
Si se confirma el ciberacoso, se deben tomar medidas simultáneas en tres frentes:
Con el Agresor: Se le debe comunicar la gravedad de sus actos y aplicar las medidas disciplinarias que contemple el Reglamento de Régimen Interno del centro (que pueden ir desde tareas comunitarias hasta la expulsión temporal).
Esta sanción debe ir acompañada obligatoriamente de medidas re-educativas (talleres de empatía, justicia restaurativa si procede).
Con la Víctima: Se debe diseñar un plan de reparación y apoyo psicológico para restaurar su autoestima y bienestar.
Con el Grupo (Observadores): Se debe intervenir en el aula para trabajar sobre la dinámica grupal, la empatía y la tolerancia, sin señalar directamente a víctima o agresor, pero dejando claro que el centro tiene tolerancia cero.
Fase 4: Seguimiento y Cierre del Caso
El protocolo no finaliza con la sanción. El centro debe establecer un plan de seguimiento a medio y largo plazo.
Esto implica reuniones periódicas con la víctima y su familia para asegurarse de que el acoso ha cesado por completo y que su recuperación emocional es positiva.
También se debe hacer un seguimiento del agresor para verificar que sus conductas han cambiado y que está cumpliendo las medidas re-educativas.
El objetivo final no es solo castigar, sino reparar el daño y asegurar que el entorno vuelve a ser seguro para todos.
Resumen
El protocolo inicia con la detección y comunicación inmediata al tutor o coordinador de convivencia. La prioridad absoluta es garantizar la protección y seguridad de la víctima antes que nada
La segunda fase es la protección de la víctima y la recopilación de información. Se entrevista a las partes por separado y se recogen las pruebas digitales (capturas) para confirmar el acoso
Confirmado el caso, se aplican medidas disciplinarias (sanción) y re-educativas (empatía) al agresor. Finalmente, se realiza un seguimiento a largo plazo de ambas partes para asegurar que el acoso ha cesado
protocolo de actuacion