Normas para la parentalidad digital positiva y el bienestar digital familiar
La Parentalidad Positiva: Acompañamiento en lugar de Prohibición
La parentalidad digital positiva es un enfoque educativo que traslada los principios de la crianza respetuosa al entorno online.
El pilar fundamental de este modelo es sustituir la prohibición por el acompañamiento.
Un enfoque basado únicamente en la prohibición ("no puedes tener redes sociales", "te prohíbo usar el móvil") está destinado al fracaso: genera secretismo, rompe la confianza y deja al menor sin herramientas para cuando, inevitablemente, acceda a la tecnología a escondidas.
El acompañamiento, en cambio, significa estar presente.
Es instalarse las aplicaciones que usan, interesarse por sus juegos y creadores favoritos, y establecer un diálogo abierto sobre lo que ven y hacen.
La parentalidad positiva se basa en la confianza mutua, donde el menor se siente seguro para acudir a sus padres si ve algo extraño o sufre un problema (como el ciberacoso), con la certeza de que su primera reacción no será el castigo ("¡Te quito el móvil!"), sino la ayuda y la protección.
El "Plan Digital Familiar": Acuerdos y Normas Claras
El bienestar digital familiar no se logra por casualidad, sino con un plan.
Es altamente recomendable crear un "Plan Digital Familiar", un documento (verbal o escrito) que sea acordado por todos los miembros de la familia, no impuesto unilateralmente.
Este plan debe ser un pacto de convivencia que regule tres áreas clave:
Cuándo (Tiempos): Establecer horarios claros. Por ejemplo, no usar dispositivos durante las comidas, una hora antes de dormir (para proteger el sueño) o mientras se hace la tarea escolar (para evitar distracciones).
Dónde (Espacios): Definir zonas libres de tecnología en la casa. La norma de oro es que los dispositivos (móviles, tabletas, portátiles) no deben estar en las habitaciones por la noche.
Deben cargarse en un espacio común (como el salón). Esto previene el grooming nocturno, el insomnio y el ciberacoso ininterrumpido.
Cómo (Usos): Definir qué contenidos son apropiados, la importancia de la empatía online y la norma de no compartir datos personales.
El Adulto como Modelo y la Coherencia
La norma más importante de la parentalidad digital positiva es que el adulto debe ser el primer ejemplo.
De nada sirve establecer una norma de "no usar el móvil en la mesa" si los propios padres son los primeros en revisar sus correos o WhatsApp durante la cena.
Esta incoherencia invalida toda la autoridad moral. Los niños aprenden del ejemplo, no de las reglas que solo se les aplican a ellos.
El bienestar digital familiar implica que los adultos también deben desconectar para cone
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