¿Qué es la enfermedad celíaca?
La enfermedad celíaca es una afección autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca el revestimiento del intestino delgado cuando se consume gluten. Puede afectar a personas de todas las edades y géneros, y puede tener una variedad de síntomas.
La enfermedad celíaca se desarrolla en personas que tienen una predisposición genética a la enfermedad. Aunque hay muchos genes que se han relacionado con esta enfermedad, el gen HLA-DQ2 y el gen HLA-DQ8 son los más comunes. Sin embargo, no todas las personas que tienen estos genes desarrollarán la enfermedad celíaca. Además, se cree que la exposición al gluten también puede ser un factor desencadenante.
Se sabe que el gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y sus variedades o híbridos, y que puede causar daño en el revestimiento del intestino delgado de las personas con enfermedad celíaca. Sin embargo, no todas las personas que experimentan síntomas digestivos después de consumir gluten tienen enfermedad celíaca. Algunas personas pueden tener intolerancia al gluten o sensibilidad al gluten no celíaca, que son condiciones distintas de la enfermedad celíaca.
Cuando una persona con enfermedad celíaca consume gluten, su sistema inmunológico produce anticuerpos que atacan el revestimiento del intestino delgado. Con el tiempo, esta respuesta inmunitaria anormal puede causar inflamación y daño en el revestimiento del intestino delgado, lo que puede dificultar la absorción de nutrientes de los alimentos.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad celíaca?
Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar ampliamente entre las personas, que pueden experimentar síntomas leves o no experimentar síntomas en absoluto.
Puede incluir:
· Diarrea
· Dolor abdominal
· Pérdida de peso
· Fatiga
· Anemia
· Erupciones cutáneas
· Dolores de cabeza
· Depresión.
Importancia del diagnóstico de la enfermedad celíaca
Es importante diagnosticar la enfermedad celíaca lo antes posible, ya que, si se deja sin tratamiento, puede causar complicaciones graves. La osteoporosis, la infertilidad y el cáncer de intestino delgado son algunas de las complicaciones que pueden surgir si la enfermedad celíaca no se trata.
Para diagnosticar la enfermedad celíaca, se realiza una serie de pruebas. En primer lugar, se puede realizar un análisis de sangre para detectar anticuerpos contra el gluten. Si se encuentra una cantidad elevada de anticuerpos, se puede realizar una biopsia del intestino delgado para confirmar el diagnóstico.
El diagnóstico de la enfermedad celíaca puede ser un proceso complicado y puede tomar tiempo. Es importante que las personas hablen con su médico si tienen síntomas que sugieran enfermedad celíaca o si tienen antecedentes familiares de la enfermedad. La detección temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para prevenir complicaciones graves.
Tratamiento de la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca no tiene cura aún. El tratamiento implica seguir una dieta sin gluten de por vida. Esto puede ser difícil y requiere un gran compromiso, ya que el gluten se encuentra en muchos alimentos.
Esto significa evitar el gluten en todos los alimentos elaborados con trigo, cebada y centeno, así como algunos otros granos. Entre los más comunes están el pan, pasta, cereales, pasteles y galletas. Pero también en la salsa de soja, los condimentos, los aderezos para ensaladas, los embutidos o las golosinas.
Es importante que las personas con enfermedad celíaca se aseguren de obtener suficientes nutrientes en su dieta. El daño en el revestimiento del intestino delgado puede dificultar la absorción de nutrientes, por lo que puede ser necesario tomar suplementos de vitaminas y minerales. Es importante acudir a un dietista o nutricionista para desarrollar un plan de alimentación saludable y equilibrado.
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