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Las vitaminas en la nutrición infantil - nutricion infantil
El correcto funcionamiento y desarrollo del organismo de los pequeños no solo depende de los macronutrientes [proteínas, carbohidratos y lípidos], sino también de los micronutrientes, que incluyen trece vitaminas y veinte minerales. Estas sustancias son esenciales para la nutrición humana.
Aunque las vitaminas y minerales no aportan energía, son cruciales para el metabolismo de los macronutrientes, el crecimiento, el desarrollo, y la inmunidad de los niños. Algunas también ayudan a prevenir enfermedades.
En esta lección, aprenderemos sobre las principales vitaminas que el cuerpo necesita, su clasificación, funciones clave y las fuentes alimentarias que las proporcionan.
Las vitaminas son micronutrientes orgánicos que actúan como catalizadores en los procesos fisiológicos del organismo. Aunque el cuerpo solo necesita pequeñas cantidades de vitaminas, estas deben obtenerse de los alimentos, ya que el cuerpo no puede producirlas en cantidades suficientes.
Las necesidades vitamínicas aumentan en ciertas etapas, como durante el embarazo y la lactancia.
Las vitaminas se dividen en dos grandes grupos según su solubilidad:
Vitamina A: Retinol, Caroteno [provitamina A]
Vitamina D: Colecalciferol [D3], Ergocalciferol [D2]
Vitamina E: Tocoferol
Vitamina K: Filoquinona [K1], Menaquinona [K2]
Vitamina B1: Tiamina
Vitamina B2: Riboflavina
Vitamina B3: Niacina, ácido nicotínico, Nicotinamida
Vitamina B5: ácido Pantoténico
Vitamina B6: Piridoxina, Piridoxal
Vitamina B8: Biotina
Vitamina B9: Folato
Vitamina B12: Cobalaminas
Vitamina C: ácido ascórbico
Ahora veremos detalles sobre las vitaminas A y D.
La vitamina A incluye compuestos como el retinol y los carotenos. El retinol se encuentra en alimentos de origen animal como el hígado, los huevos y productos lácteos grasos. Los carotenos, presentes en vegetales como las zanahorias y espinacas, se convierten en vitamina A en el organismo.
La vitamina D se obtiene a través de la exposición al sol y la dieta. Alimentos como los pescados azules, productos lácteos grasos y el aceite de hígado de bacalao son ricos en vitamina D.
Altas dosis pueden causar síntomas como náuseas, estreñimiento y pérdida muscular.