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¿cómo comunicar amor? - educar hijos responsables
El precioso desafío de educar a los descendientes presenta a los progenitores numerosas cuestiones, y uno de los dilemas es sobre la manera de comunicar amor a los hijos. La respuesta no es tan obvia, porque comunicar amor a los hijos va más allá de rodearlos de objetos espectaculares, ricas golosinas y todo lo apetecible que se pueda adquirir. La comunicación amorosa con los hijos se trata de un ejercicio inteligente y sostenido en el tiempo, que define su bienestar en todos los sentidos y que posibilita a los padres, mediante los abrazos, caricias, frases cariñosas y gestos afectuosos, brindar a los hijos momentos de felicidad y aprendizaje para una vida plena.
Quienes están esperando un hijo, se preparan con mucho entusiasmo y crean todas las condiciones para recibirlo de la mejor manera posible, pero a veces pasan por alto un aspecto muy significativo: la comunicación con nuestro hijo puede establecerse desde los primeros momentos de la gestación, pues los futuros bebés perciben sonidos y también el estado de ánimo de su madre. Aquellos que hayan vivido la experiencia de hablarle a su bebé durante el embarazo, notarán cómo el bebé recién nacido demuestra reconocer las voces de quienes le hablaban durante su etapa de vida intrauterina, y es uno de los recuerdos más hermosos que se pueden tener de nuestros hijos, creando lazos de comunicación que durarán para siempre, si los adultos son capaces de aprovechar toda la riqueza que aportan los lenguajes no verbales, es decir, las caricias, los abrazos y la sonrisa, para fortalecer la relación con los hijos.
Quienes han tenido la fortuna de estar cerca de un recién nacido saben que los bebés manifiestan sus emociones y necesidades, y responden a las muestras de afecto y cuidado de sus padres. Numerosos estudios han demostrado lo crucial que es para los recién nacidos recibir una comunicación amorosa por parte de su familia para un desarrollo saludable tanto físico como emocional. Hablarles con cariño, acariciarlos y sostenerlos en brazos les brinda calma y seguridad. Este es uno de los grandes beneficios de la lactancia materna, recomendada por los especialistas, ya que además de proporcionar el alimento óptimo, crea un momento de conexión física entre madre e hijo que es insustituible.
Cuando se trata de la atención a los hijos, especialmente en sus primeros años de vida y durante la adolescencia, no se puede dejar de mencionar algunos elementos claves sin los cuales la comunicación amorosa con nuestros hijos no se pudiera realizar de manera efectiva para lograr una crianza saludable.
Ellos son:
Al igual que un rompecabezas se ensambla uniendo múltiples piezas, la comunicación afectiva con los hijos se forja prestando atención a cada uno de sus elementos clave:
Por muchas posibilidades económicas que haya para cuidar y alimentar a los hijos, si no existe una comunicación amorosa para tratar con ellos, su crianza será incompleta. Más lamentable es el hecho de que serán adultos que no tienen la capacidad de disfrutar de todo lo hermoso que la vida ofrece, pues crecieron con esa carencia afectiva que pocas veces se puede revertir, ya que el tiempo no vuelve atrás, y es la infancia la etapa adecuada para crear las bases de una vida adulta feliz. Por eso, los padres deben poner en valor este principio básico y crear un balance entre la búsqueda de recursos y el tiempo que se dedica a los hijos, permitiendo que la comunicación amorosa sea una constante en el hogar, enriqueciendo a los hijos en particular, y a la familia y la sociedad en su sentido más amplio.