No te quedes en tu zona de confort
Durante la presente guía estaremos hablando de la zona de confort y cómo salir de ella si queremos progresar en nuestros proyectos personales y profesionales. Dentro de nuestra zona de confort no podemos encontrar desarrollo ni evolución, no obstante muchos optan por permanecer allí ya que la sensación es más placentera que exponerse a situaciones que generan estrés o que simplemente se escapan de nuestra cotidianidad. Romper la zona de confort es un proceso complejo, que requiere de mucha mentalización y resistencia de nuestra parte.
A continuación analizaremos algunos de los aspectos básicos relacionados con este tema, de tal forma que puedas aprender a cuestionarte si te encuentras en el lugar indicado para obtener los resultados que deseas.
El término de "zona de confort" es utilizado para describir ese espacio físico o mental en el que nos sentimos a gusto cuando nos encontramos en él. Si bien la zona de confort es relacionada con el placer y la tranquilidad, esta trae implícito una serie de aspectos negativos, sobre todo cuando de evolución personal y profesional se trata. La zona de confort representa el espacio donde descansamos, no donde progresamos o satisfacemos nuestras aspiraciones, por lo que permanecer en ella durante mucho tiempo nos estancará en nuestro desarrollo, desperdiciando nuestro tiempo por no querernos exponer a situaciones que nos desafíen y generen emociones fuertes en nosotros.
La zona de confort puede ser de utilidad si has permanecido durante mucho tiempo lidiando con situaciones fuertes o estresantes, pero el hecho de permanecer en ella durante mucho tiempo puede ser muy perjudicial. Teniendo esto en cuenta, es importante que sepamos los aspectos negativos que conlleva el mantenerse durante mucho tiempo en la zona de confort.
Entre los aspectos negativos más destacables de permanecer dentro de la zona de confort por mucho tiempo se encuentran:
El desarrollo de una actitud conformista: permanecer en la zona de confort nos hace desarrollar una actitud conformista, por lo que renegamos de nuestras aspiraciones de superación y nos acostumbramos a quedarnos en un espacio en el que nos sentimos más tranquilos. Esto es especialmente negativo si tienes proyectos y metas en tu vida que aún no has alcanzado.
Pérdida de la motivación: mantenernos en nuestra zona de confort provoca que nos desmotivemos de forma progresiva. La motivación es un sentimiento muy poderoso que nos nutre de energía para afrontar los retos y situaciones complicadas a las que debemos enfrentarnos. La motivación surge especialmente de un deseo o ansias por ver un resultado que deseamos. Es por ello que la zona de confort, como espacio placentero al fin, nos genera el sesgo de sentirnos como si no deseáramos nada más, teniendo esto en cuenta, es normal que no encontremos razón alguna para estar motivados.
Saber si nos encontramos en la zona de confort es un proceso relativamente sencillo, pero que requiere de un proceso de autocrítica de nuestra parte. Para ello debemos analizar si estamos lidiando o no con situaciones que nos retan en la cotidianidad, o si en cambio, los procesos que realizamos en el día a día no nos generan emoción ni responden a resultados relacionados a nuestra evolución y desarrollo personal o profesional.
La zona de confort no corresponde a la búsqueda de resultados, sino a un espacio de relajación y descanso. Piensa a dónde te están conduciendo las acciones que estás realizando en estos momentos, si la respuesta a esta pregunta es que estás estancado en el mismo lugar, lo más probable es que te encuentres en una zona de confort.