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Qué es el acoso escolar: guía completa de detección y tipologías - acoso escolar
El acoso escolar, comúnmente conocido como bullying, ha dejado de ser "cosa de niños" para convertirse en una prioridad de salud pública y educativa. Sin embargo, todavía existe una gran confusión sobre qué es realmente y qué no lo es. ¿Es una pelea en el recreo acoso? ¿Es un insulto puntual bullying? En esta guía exhaustiva, base de nuestro Curso de Acoso Escolar, desgranamos la definición técnica, los criterios de identificación y las tipologías que todo profesional de la educación debe conocer.
Para intervenir eficazmente, primero debemos diagnosticar correctamente. Muchos padres y docentes confunden conflictos entre iguales con situaciones de acoso. El experto Dan Olweus define el bullying basándose en tres pilares fundamentales que deben cumplirse simultáneamente:
Cuando pensamos en bullying, solemos imaginar agresiones físicas. Sin embargo, las formas más dañinas suelen ser las más invisibles. En nuestro curso analizamos en profundidad cada una de estas categorías:
Es el más evidente y fácil de detectar, aunque a menudo es solo la punta del iceberg.
Es la forma más frecuente en la educación primaria y secundaria. Las palabras dejan cicatrices invisibles que pueden durar toda la vida.
Este es el tipo de acoso más difícil de detectar para los docentes, pero uno de los más devastadores psicológicamente. Se basa en la exclusión y el aislamiento.
La irrupción de las nuevas tecnologías ha eliminado el único refugio que tenía la víctima: su casa. Ahora el acoso continúa 24 horas al día a través del móvil.
Minimizar el problema con frases como "son cosas de niños" es una negligencia grave. Las consecuencias del acoso escolar afectan a todos los implicados:
Para la Víctima: Fracaso escolar, ansiedad, depresión, trastornos de la conducta alimentaria, autolesiones y, en los casos más graves, ideación suicida. El síndrome de estrés postraumático es común en adultos que sufrieron bullying.
Para el Agresor: Si no se corrige su conducta, aprende que la violencia es una forma válida de conseguir objetivos. Existe una alta correlación entre ser acosador escolar y tener conductas delictivas o de violencia doméstica en la edad adulta.
Para los Espectadores: Aprenden a ser pasivos ante la injusticia, desarrollando una desensibilización hacia el dolor ajeno o viviendo con miedo a ser los siguientes.
Detectar estas señales a tiempo salva vidas. La formación especializada en acoso escolar no es solo un mérito curricular, es una herramienta indispensable para garantizar la seguridad y el bienestar de los menores en nuestras aulas.